"No lo dejo por nada del mundo"

"No lo dejo por nada del mundo"

Por Lucrecia Aldana de Pérez
Diario de un capacitador

Trabajo en el programa Villanueva 9, con maestros de 3 escuelas. Empezamos  el diplomado hace ya 7 meses, y los maestros nos han recibido con mucho interés y trato amable. El ambiente del grupo es agradable, se nota que muchos tienen un auténtico y genuino deseo de aprender y mejorar dado la actitud que demuestran y la asistencia impecable que la mayoría ha demostrado. 

Por Lucrecia Aldana de Pérez
Diario de un capacitador

Trabajo en el programa Villanueva 9, con maestros de 3 escuelas. Empezamos  el diplomado hace ya 7 meses, y los maestros nos han recibido con mucho interés y trato amable. El ambiente del grupo es agradable, se nota que muchos tienen un auténtico y genuino deseo de aprender y mejorar dado la actitud que demuestran y la asistencia impecable que la mayoría ha demostrado. Esto se nota en la poca cantidad de tareas de compensación que debemos pedirles porque la mayoría siempre llega.

En una ocasión, una maestra se quedó un poco más de tiempo en el aula, a la hora del recreo. Conversando, nos expresó su cansancio y el poco tiempo del que disponía para mantener su trabajo al día; le dijimos que seguramente era duro que encima de su trabajo usual, tuvieran que hacer el tiempo para ponerse a estudiar para esta capacitación. Ella nos contestó que sí, pero que este diplomado no la dejaba por nada del mundo. Ella pensaba que este programa de ENLACE le había enseñado muchísimas cosas útiles y aplicables a su vida, tanto laboral como personal y familiar, y que el bien que le había hecho le hacía llegar siempre. Estaba dispuesta a seguir haciendo el esfuerzo, pero que no la iba a dejar.

Eso me hizo reflexionar muchísimo sobre la incidencia de nuestro trabajo como capacitadoras, y de ENLACE como institución. Me di cuenta de que no hay nada, por grande o pequeño que sea, que uno haga por despertar en ellos el deseo de ser mejores maestros, que no valga la pena. Cuando uno escucha a un maestro del Estado, expresarse con ese entusiasmo de la capacitación que está recibiendo, no puede más que sentirse motivado a hacer cualquier esfuerzo para que esa capacitación, siga valiendo la pena.

Cada vez que veo a esta maestra, me acuerdo de su comentario, y eso me impulsa a seguir adelante, y desvelarme también para que ella nunca quiera dejar de asistir a esta capacitación.